La crema de peinar para rulos. ¡Uff! Todo un tema para cualquier melena curly.
¿Cuánta cantidad usar? ¿Qué más debo tener en cuenta?
Hoy aprenderás como estilar tu cabello rizado según largo y porosidad, cómo aplicar el producto y qué ajustar según el clima.
Definí, y reducí el frizz, mientras mantenes elasticidad. La diferencia entre un rizo liviano y uno apelmazado casi siempre está en la dosis y en cómo lo aplicás.
¿Por qué la cantidad si importa?
Generalmente las cremas están hechas para hidratar y ayudar a definir sin bloquear la fibra. Si te pasás, el rulo cae y la raíz se aplasta…
Si te quedás corta, aparece frizz y la forma no “agarra”. La regla práctica es empezar con poco, activar con agua, y sumar de a micro-dosis solo donde haga falta.
Leé tu porosidad antes de dosificar
En porosidad alta (puntas secas, se moja y se seca rápido), el pelo acepta un poco más de producto y texturas algo más cremosas. En porosidad baja (cuesta mojarlo, se satura fácil), andá con fórmulas ligeras o leave-in diluido y evitá capas gruesas. Si no sabés tu porosidad, probá: si todo te pesa, tratá como baja; si nada te alcanza, tratá como alta.
Cuánto usar según el largo
En corto a la altura de la mandíbula, pensá en el tamaño de una arveja grande repartida con agua. En medio a la altura de los hombros, una almendra. En largo al pecho, una moneda grande repartida en dos tandas (primero media dosis con agua, definís; si falta, sumás el resto). En XL por debajo del pecho, una cucharadita chica fraccionada por secciones. Si tu porosidad es baja, arrancá con la mitad de estas referencias. Si es alta, podés acercarte al máximo, siempre activando con agua.
Cómo aplicarlo para que rinda más
Con el pelo bien húmedo, distribuí el cabello en secciones. Luego agarra la cantidad indicada de producto y desliza tu cabello (entre las manos rezando) para alisar cutícula y después scrunch para activar el rizo. Agregá agua entre pasos para emulsionar: el producto se vuelve más “resbaloso” y se reparte mejor. Evitá la raíz; concentrá de medios a puntas y apenas tocá el “halo” si es tu zona de frizz. Si te entusiasmaste y te quedó pesado, mojá manos, emulsiona lo aplicado y escurrí en scrunch para sacar el excedente sin relavar.

Señales de ajuste en vivo
Si al terminar ves brillo opaco y rulo rígido, usaste de más: sumá agua, scrunch y, si hace falta, un minuto de difusor en tibio para fijar y después rompe el cast.
Si ves pelito volador y ondas que no cierran, faltó producto: emulsiona un poquito más de producto en agua, mézclalo y pásalo solo por las mechas rebeldes.
Clima, gimnasio y días intermedios
Con humedad alta, mantené la dosis del leave-in moderada y asegurá el final con gel de hold medio/alto; el cast te hace de barrera. Con clima seco, podés subir una pizca la cantidad o elegir un leave-in más cremoso. Post-gimnasio o en día 2/3, prepará un spray con agua y una micro-dosis de leave-in diluido; humedecé por secciones, scrunch y cerrá con un toque de gel o mousse si necesitás fijación.
Combos que funcionan
Para volumen, leave-in liviano + mousse en raíces y gel ligero en largos. Para definición que dure, leave-in en dosis justa + gel de agarre medio/alto y rompés el cast cuando esté 100% seco. Si tu pelo es grueso y pide “mimo”, podés hacer leave-in fino en todo el pelo y sumar una crema más nutritiva solo en puntas.
La síntesis para decidir hoy
Pensá en poquito producto + mucha agua + buena técnica. Ajustá por porosidad y largo, reforzá solo donde hace falta y sellá según el clima. Probalo una semana dosificando como acá y vas a notar rulos más livianos, definidos y con mejor “rebote”, sin pelearte con la raíz ni con el frizz.

