¿Cómo dormir con rulos?

Guía definitiva: gorro de satén y funda de seda.

Dormir no tendría que desarmar tus ondas. Con un par de ajustes simples —piña, gorro de satén y funda de seda— podés levantarte con rulos definidos y sin frizz, incluso si te movés mucho a la noche. La clave es bajar la fricción y evitar el aplastamiento.

Antes de acostarte, hacé una mini previa de dos minutos. Si lo sentís necesario, desenredá suave con los dedos en húmedo ligero, apenas un par de sprays de agua. Si tus puntas están secas, sumá una gotita de serum solo en puntas. Nada de empapar ni cargar de producto: la idea es llegar a la almohada con el pelo casi seco y liviano.

La técnica de la “piña” es la más rápida: recogé el pelo bien arriba en la coronilla y sujetá con un scrunchie blando, sin apretar. Así alejás los rulos de la almohada y evitás que se aplasten. Si te queda marca, aflojá una vuelta el elástico o subí un poco más la altura.

El gorro de satén es un gol si tu pelo pierde humedad fácil o si tenés rulos largos que se enredan. Elegí uno liviano, con elástico cómodo, y colocalo arriba de la piña si querés doble protección. Reduce el roce, mantiene mejor la hidratación y amanece todo bastante más acomodado.

La funda de seda o de satén es la alternativa más cómoda para quienes odian dormir con algo en la cabeza. Cambiás la funda de algodón y listo. El pelo se desliza, hay menos fricción y el frizz baja un montón. Si tu rulo es muy fino, con funda sola y el pelo suelto suele alcanzar; si es grueso, podés sumar piña o gorro según lo que te resulte más práctico.

Elegí combinación según tu pelo y tu noche. Para rulos finos, menos sujeción y cero tironeo: funda y piña floja funcionan perfecto. Para rulos gruesos o de alta porosidad, piña más gorro te conserva forma e hidratación. Si lo llevás corto, alcanza con la funda y, si las puntas se resecan, un toque de crema liviana antes de dormir.

A la mañana, soltá sin tirar. Meté una sacudida suave en raíces con los dedos para devolver volumen. Si necesitás, activá el refresh: un spray con agua y una microdosis de leave-in o gel diluido, por secciones y sin empapar. Terminá con un minuto de difusor en tibio y, si quedó cast, rompelo recién cuando esté bien seco con las manos apenas aceitadas. Evitá tocar demasiado mientras se seca; cuanto menos manipulación, más definición.

Algunos detalles que hacen diferencia: no te vayas a la cama con el pelo mojado porque se marca y se frizza más. Cambiá el elástico finito por scrunchies suaves para que no deje surcos. Si usás aceite, que sea en micro-dosis y lejos de la raíz, solo cuando las puntas lo piden. Y si sentís que con funda sola no alcanza en noches muy húmedas, sumá gorro arriba y listo.

Probá una semana con la técnica que más te cierre —piña, gorro o funda— y contame cómo te levantaste. Cuando encontrás tu combo, dormir deja de ser el enemigo del rulo y pasa a ser parte de la rutina que te lo deja impecable.

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